Comprar un coche, contratar el seguro o pagar la gasolina: son algunas de las razones por las que menores de 25 años aseguran que no se sacan el carnet. La cifra de nuevos conductores lleva años descendiendo. Se nota, sobre todo, en las grandes ciudades. Seis años habría que remontarse para ver una cifra tan baja de nuevos conductores: 525.000 el último año, según la DGT. En el caso de las mujeres, en solo 10 años el número de seguros para el coche ha bajado más de la mitad: de 350.000 a cerca de 150.000.

Los jóvenes explican cuáles son las razones para no sacarse el carné de conducir. "Primero tengo que trabajar y después me saco el carnet... estoy buscando trabajo", cuenta un chico. Y es que los más jóvenes lo tienen más difícil porque, alegan, "es muy caro".

Es mucho dinero porque con el carné, más el coche y el gasoil los gastos se disparan. Muchos jóvenes, cuentan, no se lo pueden permitir. "Cuando estamos estudiando y no podemos mantenerlo es más complicado", explican. Aunque la historia cambia según dónde preguntemos. En ciudades grandes, como Madrid, hay muchas alternativas.

Javier Lara, de la Autoescuela Lara, ha señalado que "en una ciudad como en Madrid, piensa que esta gente tiene patinetes, tiene bicicletas, tiene una gran red de transporte público como autobuses y metro". Pero en pueblos o municipios pequeños, las comunicaciones son mucho más complicadas.

"Vivo en una aldea, no hay buses", explica una joven. Otra añade que ella, por ejemplo, al vivir en otro pueblo, para ir al Instituto, para volver, para ver a sus familiares, necesita el coche. Las distancias son más largas y menos alternativas. Por eso, los que no tienen esa suerte, depende de sus padres hasta que se puedan permitir lo que hoy en día ya es un artículo de lujo.