Una gran isla de residuos de plástico flota en el Pacífico, entre las aguas de California y Hawái. Los ecologistas estiman que está formada por casi dos billones de basura que acaba afectando al ecosistema marino.

Algunos de los residuos de plástico tardan más de 500 años en descomponerse, y una forma en hacerlos desaparecer es uno de los grandes retos de los científicos.

Una tubería de 600 metros de longitud de la que cuelga un faldón de lona de tres metros, colocada en forma de 'U', intenta ahora poner cerco a estos residuos. Una vez recogidos se llevarán a tierra y se reciclarán.

Los gusanos de cera podrían ser, según el CSIC, una opción para destruirlos. "Si ponemos 100 gusanos en una bolsa de plástico por una noche, unas 12 horas, pueden comer hasta 92 miligramos de polietileno", asegura la bióloga Federica Bertocchini.

Su objetivo es descubrir la encima que les permite descomponer este material para producirla a escala industrial, aunque para eso aún habrá que esperar.

Miles de empresas han optado por reducir el uso de plásticos. Disney ha prohibido en sus instalaciones el uso de pajitas, que suponen el 4% de los 8 millones de toneladas de residuos plásticos que generamos al año.

Muchos de esos desechos suelen ser bolsas, y cada persona utiliza al año unas 230. Estos son "de los diez elementos más frecuentes que se suelen encontrar arrojados a las playas o al mar", explica Julio Barea, responsable de campaña de plástico de Geenpeace España.

Los ecologistas alertan que si no impedimos esta situación, en el año 2050 podría haber más plásticos que peces en el océano.