La fuerza del agua ha reventado los muros del cementerio de Santa María de la Huerta, Soria. El agua ha arrastrado lápidas y ha dejado al descubierto las tumbas. Los vecinos aseguran que no habían visto algo así nunca.

También sufrían consecuencias parecidas en Cabezón de Pisuerga, donde parte del puente medieval se ha venido abajo y la carretera que pasa por encima se ha quedado cortada al tráfico.

En otros puntos de la península lo que sorprendió fue el granizo. Una de las zonas donde con más fuerza ha caído ha sido en Getafe, Madrid. Y en algunos puntos de Girona se registraron hasta 25 litros por metro cuadrado.