Los domingos los comedores sociales que ayudan a miles de personas en situación de vulnerabilidad están cerrados. Por eso, a Carlos Soler, un joven cocinero e 'influencer' se le ocurrió tomar el relevo de su labor y ofrecer un plato caliente a aquel que lo necesite.

Al principio eran diez, después 20, más tarde 50, al domingo siguiente 100 y al otro 150. Tiene presente que cada día pueden ser todavía muchos más los que aguarden la cola en busca de comida.

Además de dotes para la cocina, Soler tiene muchos seguidores en redes sociales, gracias a los cuales recibe donaciones. Alimentos, ropa, medicamentos, todo lo que ellos necesitan.

Quienes reciben cada domingo un plato caliente gracias al chef no tienen más que palabras de cariño. "Es un ángel que ha venido a ayudarnos y a preocuparse por la gente que viven así", asegura una mujer.

Todo empezó cuando Carlos vio a los integrantes de 'La Peña', una familia sin parentesco y sin hogar, en la calle, tiritando de frío. El joven decidió ayudarlos. Les buscó ropa y cocinó para ellos: "Yo sentía que cada vez hacía algo así volvía con el corazón lleno".

Y fue entonces cuando empezó a improvisar un comedor al aire libre en la plaza de Jacinto Benavente. Un comedor que crece y crece.

Aunque asegura que no puede dejar de ir, "al ver la sonrisa con la que me reciben", reconoce que esta situación no es normal: "Lo ideal sería que la Comunidad de Madrid tomara medidas o abriera los comedores sociales".

Si no fuese por él, algunos reconocen que se dedicarían a robar, porque la pandemia ha disparado la demanda en el banco de alimentos de Madrid hasta un 40%, y ellos, los que no tienen nada, se encomiendan a su ángel de la guarda.