El viento ha comenzado a cambiar su dirección en la isla de La Palma, girando en altura al norte y provocando que se distribuyan el penacho marino y la nube de cenizas hacia el norte-nordeste, algo que ya afecta a la actividad operativa del aeropuerto palmero.

Fuentes de AENA confirmaban a laSexta esta mañana que no había alteraciones en el aeropuerto de La Palma. Sin embargo, en los últimos minutos un vuelo de la compañía Binter que volaba desde Tenerife ha preferido cambiar su rumbo y volver al aeropuerto tinerfeño tras divisar una nube "probablemente de ceniza" en su aproximación al aeropuerto de La Palma.

Horas más tarde, la compañía cancelaba los vuelos previstos a la isla para el jueves de forma temporal. Aseguran la situación de la ceniza en suspensión ha empeorado considerablemente y está previsto que continúe así al menos el jueves, no permitiendo que se desarrollen las operaciones con los requisitos de seguridad necesarios.

De momento, el resto de la programación de vuelos en el archipiélago se desarrolla con normalidad. Así, el aeropuerto sigue abierto.

Las predicciones ya habían avisado de que, aunque en los últimos días había mejorado la calidad del aire, ésta iba a empeorar de nuevo hoy.

A partir del viernes los vientos alisios volverán a ganar fuerza en superficie, ayudando a dispersar las partículas.

Ayer, la presencia de los vientos alisios y la subida de inversión térmica ayudaban a la mejora de la calidad del aire, aunque las emisiones son enormes. Según los últimos informes, se están emitiendo 1.200 toneladas diarias de dióxido de azufre y 1.600 toneladas diarias de CO2. En total, desde que comenzó la erupción volcánica hace ya 18 días se han emitido a la atmósfera 250.000 toneladas de dióxido de azufre.

Hoy el volcán sigue mostrando su explosividad emitiendo una gran nube de ceniza y material piroclástico. La columna de humo ha llegado a alcanzar los 4.500 metros de alto.