Bruce Branit pensaba que el Lago de Ozarks, en el estado de Missouri, era un lugar inofensivo para darse un buen baño, pero se fue de allí con una infección de oído que le produjo un fuerte dolor. No sólo se llevó la infección, cuando buscó con la cámara de su móvil el motivo del dolor, vio que del oído asomaba algo que nunca debió estar allí...