Un avión Boeing 777 que realizaba un vuelo entre Canadá y Pakistán se vio obligado a aterrizar de emergencia en Manchester después de que se detectara que todos sus inodoros estaban bloqueados.

Al parecer, algún pasajero arrojó algo muy voluminoso, lo que provocó que el depósito al que caen los residuos de todos los váteres se atrancara, según informa el diario Metro.

Al tratarse de un vuelo de largo recorrido, y que los pasajeros podrían necesitar ir al servicio, la compañía decidió aterrizar para resolver este percance. Los viajeros tuvieron que esperar unas cinco horas en tierra hasta poder reiniciar el vuelo.