Este viernes se ha puesto fin a dos semanas de intensa búsqueda y de angustia de la familia de Pablo Sierra. Pasadas las 10:00 horas, un perro ha marcado en la zona conocida como 'el pico del río Guadiana' y dos miembros del GEO recuperaban el cadáver.

"Nos dijeron los forenses que probablemente pasarían alrededor de 15 días hasta que pudiera aflorar", ha indicado Yolanda García Seco, delegada del Gobierno en Extremadura.

El cuerpo del joven estudiante de 21 años se ha recuperado en el río Guadiana, cerca de donde horas después de su desapariciónse encontrara su teléfono con restos de sangre.

Era la madrugada del 3 de diciembre y Pablo se dirigía a su residencia después de salir de fiesta por el centro de Badajoz. Para sus amigos, no tiene ningún sentido que estuviera allí. "Me parece prácticamente imposible que Pablo pasara por allí a las 2:00 horas, me parece super complicado", indican.

La familia siempre ha dicho que las piezas nunca acaban de encajar. "El lugar donde aparece el móvil, cómo aparece...", sostenía Joaquím Amils, portavoz de la familia.

¿Qué le ocurrió entonces al joven? Los investigadores, después de encontrar el cuerpo, piensan que todo fue un accidente. "Se pudo equivocar de dirección y, por el motivo que fuera, aparecer en el río. Seguimos con la línea de investigación de que ha sido un fatal accidente lo ocurrido con el chaval", destaca Chema Gordillo, jefe de la Brigada de Policía Judicial.

El teléfono móvil, las cámaras de seguridad de la zona, su entorno... la Policía Nacional lo ha investigado todo y finalmente ha sido la labor del GEO y de los perros lo que ha posibilitado el hallazgo del cuerpo.

"Nosotros seguimos investigando, la investigación no se ha cerrado", añade Gordillo. La autopsia y el análisis toxicológico determinarán si su muerte tiene un origen criminal, o no han intervenido terceras personas.