Tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Pablo Sierra, la principal hipótesis de la Policía es que su muerte fue un accidente: los agentes creen que el estudiante cayó al río Guadiana y murió ahogado la misma noche de su desaparición.

El móvil del joven había aparecido previamente con restos de sangre, algo que, según apunta Manuel Marlasca, "no es incompatible" con la muerte accidental del joven. "Que tenga sangre el teléfono, la explicación que le da la Policía es: él pudo haber tropezado, sufrir una herida previay manchar el teléfono de sangre", explica el periodista.

El jefe de investigación de laSexta recuerda que "los investigadores volvieron al río después de tener el estudio completo de geolocalización del teléfono" y "ver con detalle el recorrido" del dispositivo, así como de "tomar declaración a muchos testigos de esa noche que hicieron compatible ese accidente de Pablo".

"Pablo fue cerca del río, no se encontraba bien, cayó al río y, probablemente porque no se encontraba bien, murió ahogado", resume Marlasca, que incide en que "no hay nada que haga indicar la acción de otra persona, pese a que esa línea se investigó con mucha firmeza durante cinco días" e "incluso se tomó declaración a personas que habían visto o que decían haber visto un pequeño incidente". Así, y a la espera de la autopsia y el estudio histopatológico, la muerte de Pablo Sierra "se debe a un accidente".