Encontrar a una mujer entre los corredores parece tarea imposible, pero haberlas, haylas. Un 11% de los corredores en San Fermín son mujeres. En las imágenes del vídeo superior, vemos a una joven embestida por el toro o a dos chicas entre cientos de hombres. Pero, aunque parezca mentira, hay más.

Para María, esta es la primera vez de una tradición familiar. "Mis tíos lo hacen, mi padre lo hace, mi hermano también ha venido", cuenta la joven. Otras ya son veteranas: "Este es el tercer encierro, me salió medio bien, por lo que soy 'masoca' y vengo a vivirlo otra vez".

Porque ni el miedo ni el nivel de nervios, puede quitarles la ilusión. Como a Mimi, que viene desde Estados Unidos. Es la segunda vez que se pone delante de un toro y ya se conoce los trucos. Descansar bien "y no ir borracha". Como ella, cada año más mujeres se animan a vivir los encierros.

Otras necesitan un poco más de tiempo y aunque todavía son pocas, la diversión y la adrenalina es una experiencia única que no se quieren perder.