En un primer vistazo, Houssaine parece un chico normal que disfruta del deporte pero su mensaje de bienvenida a su perfil en una red social ya dejaba entrever otra cara del joven: "Paz para mi mismo, odio para el resto". El terrorista practicaba escalada, y así lo demostraba en los múltiples vídeos que publicaba.

Vídeos y fotos que acompañaba con frases como "Voy con la esperanza del que todo lo ha perdido y así todo lo que viene es bienvenido". La última foto que colgó fue un mes y un día antes de perpetrar los atentados de Barcelona y Cambrils. La frase que seleccionó para acompañar la imagen fue: "Tu tarea es descubrir tu mundo y luego entregarte a él con todo tu corazón".

Según Europa Press, conocidos y miembros del círculo de algunos de los detenidos y fallecidos, han relatado que Houssaine trabajaba como repartidor en un restaurante de kebabs de Ripoll y que aparentaba una vida muy normal, pero que en los últimos días colgaba mensajes "crípticos" en sus perfiles de Internet.

"Crecimos juntos aquí en el barrio y tenía una vida muy normal. Sólo fue en la última semana que no salía mucho", ha declarado uno de los conocidos. Pese a su comportamiento anormal, no le dieron importancia hasta después de los ataques.