Lidia da pasos alejándose de los episodios sufridos. "Sufrí violencia de género. Tuve que denunciar y me vi sola con dos niños, una de ellas con discapacidad", cuenta. Se tuvo que mudar de comunidad autónoma a la Región de Murcia. La oportunidad le llegó con el programa de formación, ​que cuenta con fondos europeos, para víctimas de violencia machista.​ "Te dan mucha motivación para que sigas adelante, luches, cojas confianza en ti misma y te des valor", relata, añadiendo que ha encontrado trabajo gracias a los cursos.

Otra víctima que también está formándose es una mujer que cultiva su futuro como jardinera tras 20 años muy duros que le hacen esconder su rostro y su voz. "Pasé 20 años ​de calvario y para mí esto fue un ángel, aunque yo no creía en los ángeles. ​Fue una ayuda muy importante"​, recuerda.

Un miedo común que hace que otra víctima prefiera preservar su identidad totalmente: "Estuve a punto de perder la vida. Me maltrató muchísimo. Son raros los días que no tengo miedo"​, expresa. Ahora, gracias a este programa, tiene su primera entrevista de trabajo.

Se trata de un proyecto que, tal y como afirma Miguel Motas Guzmán, consejero de Empleo de la Región de Murcia, "atiende a 500 mujeres al año" y asegura: "Dos de cada tres han conseguido empleo".

​En esa lucha está comprometido el Parlamento Europeo, que busca más apoyo legal para las víctimas.​ "Se está planteando la posibilidad de incorporar a las víctimas de violencia de género al estatuto de la víctima", indica la eurodiputada del Grupo GUE, María Eugenia Rodríguez Palop, quien explica que "esto tendría un impacto sobre los códigos penales de los diferentes estados que tendrían que contemplar a las víctimas de manera agravada".

Entre los proyectos por la igualdad destaca el programa ADA en las escuelas, dirigido a niños y niñas de entre 8 y 12 años "para ​empoderar a las niñas y para romper estereotipos de género con respecto a las nuevas tecnologías y la comunicación", señala la directora del Instituto de la Mujer, Beatriz Gimeno. Y es que ellas escogen en menor proporción carreras científico-técnicas. Todos estos proyectos tienen como objetivo educar en igualdad.