Contribuyó al descrédito del diésel
Volkswagen, una década después del 'dieselgate': cárcel para cuatro exdirectivos y millones de afectados aún sin compensar
El contexto La marca desarrolló hace 10 años un software trampa que permitía manipular los resultados de CO2, aparentando contaminar hasta 40 veces menos de lo que en realidad hacía. Desde entonces, ha tenido que pagar 30.000 millones de euros en multas.

Han pasado 10 años desde que 11 millones de motores trucados pusieran patas arriba la industria automovilística. El responsable fue Volkswagen, que, como no era capaz de cumplir con los requisitos medioambientales, decidió desarrollar un software trampa que permitía manipular los resultados durante las pruebas de emisiones de CO2.
En esos test, sus motores diésel aparentaban contaminar hasta 40 veces menos de lo que en realidad lo hacían, y Volkswaggen los estuvo comercializando desde 2009 hasta 2015, cuando se descubrió el fraude en Estados Unidos.
Desde entonces, la empresa ha tenido que pagar más de 30.000 millones de euros en multas e indemnizaciones, aunque miles de afectados siguen peleando en los tribunales para que se les compense por lo sucedido. Según la Comisión Europea, en la UE, Volkswagen se ha negado a indemnizar a los afectados fuera de Alemania. Este escándalo contribuyó al descrédito del diésel, pero también sirvió para acelerar la transición hacia el coche eléctrico.
Cuatro exdirectivos condenados por estafa
La Audiencia Provincial de Braunschweig ha dictado sentencia este lunes contra cuatro antiguos altos cargos del Grupo Volkswagen, imponiéndoles penas de prisión por su implicación en el escándalo de manipulación de emisiones de motores diésel.
Jens Hadler, quien ocupaba el cargo de director de Desarrollo de Motores, ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel. Por su parte, Hanno Jelden, otro directivo de alto rango, recibió una condena de dos años y siete meses.
Heinz-Jakob Neusser, exmiembro del consejo directivo de la compañía, fue sentenciado a un año y tres meses, pena que le fue conmutada por libertad condicional. Un cuarto implicado, de menor jerarquía y cuya identidad no se ha revelado, recibió una condena de un año y diez meses, también conmutable.
El tribunal consideró demostrado que todos los acusados conocían "los millones de casos de manipulación de los datos de emisiones de los motores diésel".