La investigación policial de las menores tuteladas prostituidas sigue arrojando luz sobre la red de explotación sexual y tráfico de drogas de la que fueron víctimas varias menores de edad tuteladas por la Comunidad de Madrid.

Las testigos han ido otorgando datos sobre la organización y su forma de proceder. Uno de los rostros principales era una mujer conocida como 'La Rubia'. Según sus declaraciones, era ella quien les daba la droga para trasladarla, además de organizarlas para que las agredieran sexualmente y conseguir dinero para la banda.

Siempre seguían el mismo modus operandi: las captaban cerca de centros de menores o a través de las redes sociales, posteriormente las introducían en el mundo de la droga para acabar haciéndolas traficantes.

Una vez se hacían con las sustancias se las entregaban a las 'cabezas' de la banda, entre ellos 'El Khalifa' o 'Chucky', pero también 'La Rubia'. Según ha declarado una menor, ella las dirigía presuntamente en la compraventa de sustancias y posteriormente, las prostituía: "Nos mandaba a follar con cualquier chaval para aportar dinero a la banda".

Esa misma víctima también habla del 'El jefe', acusado de abuso sexual con penetración a la menor, sobre el que muestra especial temor: "Si se enteran de lo que estoy contando me van a matar", espeta antes de desgranar cómo actuaba.

La joven asegura que era él quien dirigía la red: "Mandaba al llamado Chucki a hablar con chicas menores con el objetivo de que las llevase al poblado para engancharlas a las drogas y para que ejerciesen la prostitución".

La banda disponía de una red de narco-pisos. En un radio de menos de cinco kilómetros poseía casi una veintena en la que prostituían o encerraban a las menores. Uno de los domicilios pertenecía a la conocida como 'La Negra', actualmente acusada de detención ilegal y prostitución de menores.

Importantes informes

Giro radical en el 'caso Barbate': las claves de los informes que arrojan sombras sobre la muerte de los dos agentes

El informe de la UCO remitido al Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate abre la puerta a que se descarte la participación de las personas detenidas por el asesinato de dos agentes de la Guardia Civil el pasado 9 de febrero.