Tenía 17 años cuando asesinó a puñaladas sus padres y a su hermana con una espada de samuraí. El asesino de la catana era un apasionado de las artes marciales, su entrenador, asegura que no era un chaval violento y que tenía una excelente relación con su padre, de hecho fue él el que le regaló el arma con la que después cometería el crimen.

Confesó que su relación con el mundo satánico podría haber influido en el brutal asesinado. Una afición que compartía con Iría y Raquel, tenían 16 y 17 años cuando asesinaron a Clara, su compañera de clase. Las 32 puñaladas que le asestaron, en este descampado demuestra la crueldad con la que actuaron.

A Cristina también la mató una compañera de instituto. Tenía 14 años y la abandonó en un pozo después de golpearla y de intentar cortarle las venas. La Guardia Civil tardó tres días en localizar el cadáver .

Son crimenes brutales cometidos todos por adolescentes con rasgos comunes. "Alta impulsividad, baja autoestima, muchas veces encontramos entornos desestructurados", señala la psicóloga forense Ana Isabel Gutiérrez Salequi

El Rafita también era adolescente cuando violó, atropelló y quemó a Sandra Palo, junto con otro menor y un chaval de 18 años. Del Rafita hemos vuelto a tener noticias: Desde que es mayor de edad acumula una treintena de antecedentes.