El WhatsApp del móvil
personal de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, fallecida a tiros en diciembre de 2016 en
Alicante, fue "pulsado" manualmente 20 segundos después de que, desde
otro teléfono, se diera aviso al 112 para pedir auxilio.
Así lo ha testificado el
perito informático que se ha encargado del volcado de los datos del móvil de la
víctima, quien ha informado de que el 9 de diciembre de 2019 a las 18 horas, 55
minutos y 23 segundos se abrió la aplicación de Whatsapp y ha recalcado que
esto no pudo ocurrir "automáticamente" sino que, obligatoriamente, se
hizo de forma manual.
En la duodécima sesión
del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial por este crimen
en el que el único acusado es el yerno, Miguel López, este dato que, en
principio, resulta sorprendente y contradictorio ha centrado parte de las
preguntas de las partes.
El perito ha insistido
en que se abrió manualmente y que, según el volcado de los datos, no se envió ni
se recibió mensaje alguno.
Ha agregado que al
abrirse la aplicación, el teléfono de la víctima recibió 538.000 'bites', que
se explican en la transmisión de datos entre el terminal y el servidor de
Whatsapp para, por ejemplo, actualizar los contactos que están "en
línea" y otro tipo de información que ofrece esa red social de otros
números que están incluidos en la agenda.
Según los datos
aportados por el informático, durante todo ese día 9 el teléfono de la
fallecida recibió más de 5 millones de 'bites', entre ellos los citados
538.000.
En todo caso y a la
espera de que durante el juicio se pueda aclarar quien pulsó el teléfono o por
qué consta esa hora, sí se ha dejado constancia de que a las 18 horas, 55
minutos y 03 segundos (20 segundos antes) desde el concesionario se dio aviso
al '112' para pedir auxilio por lo ocurrido.
Este testimonio se ha
producido después del albacea de la fallecida, José Luis Albarracín, quien ha
indicado que el grupo empresarial de la familia en el momento del crimen valía
entre 120 y 150 millones de euros y que la fallecida pretendía cambiar los
estatutos para trasladar a su hijo primogénito la llamada "participación
privilegiada" o "acción de oro", que da un peso especial y la
posibilidad de veto en las decisiones empresariales.
María del Carmen
Martínez falleció desangrada en torno a las 19 horas del 9 de diciembre de 2016
tras recibir dos disparos en la cabeza cuando fue a recoger un coche de su
propiedad en el lavadero del concesionario que regentaba Miguel López.