Recientemente se conocía la relación extramatrimonial entre el rey Juan Carlos y la exvedette Bárbara Rey y años atrás su affaire con Corinna, pero ahora, el excoronel Martínez Inglés cuenta que ha tenido casi 5.000 amantes a lo largo de su vida: "Las más bellas vedettes y las más espectaculares representantes del alto standing femenino español y extranjero pasaron por su cama de forma más o menos temporal, aunque tampoco despreció a féminas mucho más modestas".

La biografía no autorizada cuenta episodios de la vida de don Juan Carlos nunca antes contados como que el dictador Franco creó una red de espías para vigilar al rey en su juventud. Martínez Inglés cuenta que en esa época llegó a tener "332 encuentros sexuales".

En el libro también se habla de Liliane Sartiau, madre de Ingrid, que denunció la paternidad del rey emérito: "La conoció en París en la primavera de 1956 y tras casi diez años de esporádicos encuentros, culminó con el embarazo de la joven y el nacimiento de su presunta hija, Ingrid, en 1966. Ingrid Sartiau, conocedora de la identidad de su padre biológico, promovería en el año 2012 su reconocimiento oficial como hija natural del monarca, llegando con su petición hasta el Tribunal Supremo de este país".

Además se revela que el momento clave que supuso el distanciamiento definitivo entre don Juan Carlos y doña Sofía fue una "pillada" con la actriz y cantante Sara Montiel.

Según Amadeo Martínez Inglés, un joven Juan Carlos de Borbón frecuentaba hoteles y fiestas privadas durante los fines de semana: "El cadete Juan Carlos aprovecha los fines de semana (los viernes y sábados pernocta fuera de la Academia) para acudir, con el pequeño grupo de cadetes vips que le acompañarán en casi todas sus salidas, a fiestas privadas donde practica sexo con amiguitas circunstanciales, preferentemente del amplio colectivo de jovencitas de la clase media alta de la sociedad zaragozana [...] También acude periódicamente el joven Borbón a hoteles de lujo de ciudades más o menos cercanas y, por supuesto, a establecimientos seleccionados de Zaragoza como el Gran Hotel de la capital maña (donde dispone de una suite de lujo pagada generosamente por su entorno protector militar) para relacionarse íntimamente, y a pesar de su edad, con mujeres hechas y derechas".