La marca de lencería Victoria's Secret ha popularizado entre las famosas y celebrities una operación para perder peso tras el embarazo en tiempo récord. Sin embargo, algunas actrices como Anne Hathaway han advertido sobre los peligros que conlleva tal exigencia física.

A la protagonista de 'Los miserables' se ha unido la estrella de 'Gossip Girl', Blake Lively. La actriz se ha posicionado en contra de la dieta estricta y las tablas criminales de ejercicio que conlleva la operación Victoria's Secret.

En un principio, este método de adelgazamiento era llevado a cabo sólo por los famosos ángeles que desfilaban para la icónica marca de lencería. Sin embargo, la presión para adelgazar tras el embarazo, que Anne Hathaway ha denunciado que sufren muchas mujeres, he hecho que esta práctica se extienda.

Por ello, Blake Lively, que está esperando su segundo hijo junto a Ryan Reynolds, se ha unido a las voces en contra del 'body shaming' (sentir vergüenza por el propio cuerpo), que tanto se ha potenciado en las redes sociales, y ha declarado que no tiene ninguna intención de someterse a la operación Victoria's Secret cuando dé a luz.

"El cuerpo de la mujer después del embarazo es algo precioso. No veo la necesidad de convertirte en un ángel de Victoria's Secret al instante. Me gustaría que las madres celebrasen que han dado a luz a un ser humano", ha opinado la actriz en una entrevista para la revista 'Sunrise'.

Estas palabras en contra de la operación Victoria's Secret se unen a las de Anne Hathaway, cuando afirmó en su cuenta de Instagram que "no hay por qué avergonzarse por engordar durante el embarazo". Al parecer las estrellas de Hollywood le han declarado la guerra a la presión por tener un cuerpo diez tras dar a luz, y así centrarse en lo que realmente importa: sus hijos.