El choque comenzó con un ritmo trepidante, una Real con ganas de agradar para que el público de Anoeta olvidara la ausencia del lesionado Carlos Vela y un Celta respondón que, cada vez que podía, buscaba con descaro la portería local.

El primer susto por parte gallega lo dio Alex López a los cinco minutos de juego cuando, tras un error defensivo, llegó a rematar en muy buenas condiciones y Zaldua evitó lo que parecía iba a ser el primer gol del encuentro.

La grada comenzó a ponerse nerviosa porque los vigueses buscaban marcar por la vía rápida y no veían a los suyos nada sólidos en tareas defensivas, pero llegó Imanol Agirretxe para acabar con su sequía goleadora y marcar de cabeza en el minuto 8 tras una jugada de Xabi Prieto.

Comenzaba un partido nuevo, el equipo de David Moyes estaba ahora más cómodo y cedía protagonismo al Celta para pillarle a contrapié y dejar ya el partido encarrilado, algo que pudo ocurrir en una volea de Agirretxe, desatado durante la primera mitad.

No cambió mucho el decorado tras el descanso porque el conjunto celtiña seguía en su empeño por lograr el empate, algo que pudo conseguir en un duro remate de Mina detenido por Rulli y la Real, en sus zarpazos, llevaba también peligro a la portería de Sergio.

El conjunto de Berizzo, que hoy cumplía el primero de sus dos partidos de sanción, se la jugó en el tramo final del encuentro con más pólvora ofensiva, al entrar el delantero belga Bongonda por el defensa Sergi Gómez para tratar al menos de recuperar un punto.

El guardameta Gero Rulli frustró inicialmente los planes de los gallegos con intervenciones tan acertadas como la que desbarató el remate de Santi Mina, que iba a gol cuando el partido apuntaba a su final, pero no pudo hacer lo mismo en el minuto 84 con la gran jugada de Nolito tras asistencia de Bongonda que hizo justicia al buen trabajo del Celta.