De las 700 personas que intentaron saltar la valla de Melilla, sólo 140 han conseguido llegar al centro de inmigrantes (CETI), que se encuentra a un 400% de su capacidad. Algunos de los que han logrado acceder llevaban más de un año esperando para poder intentarlo, y no les importaba morir en el intento. "Yo me dije: tienes que ir a Melilla y si hace falta que pierdas la vida, hazlo", dice uno de los inmigrantes.
Según la defensora del pueblo y las ONG que trabajan en la zona, se volvieron a producir devoluciones ilegales. Este jueves, de hecho, se vio a la Guardia Civil rompiendo la valla con una cizalla. "Son personas que entrar en el territorio español y, sin aplicarles los derechos, se les devuelve al territorio marroquí", afirma Carlos Arce, coordinador de DDHH Andalucía.
Desde la delegación de Gobierno niegan que se produzcan estas devoluciones en caliente, porque aseguran que los inmigrantes nunca llegaron a entrar en nuestro país.
La desesperación al ver que iba a ser atrapado por la Guardia Civil procó que este inmigrante se pusiera una prenda de ropa alrededor del cuello a modo de horca y cayera al suelo al romperse la tela. Otros llegaron a estar encaramados hasta seis horas en la valla. Cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo.