"Yo planteé la devolución de todo el dinero presuntamente malversado, aplicar una atenuante de reparación y, si reconocía los hechos, una atenuante de confesión. Así la pena podría rebajarse sustancialmente", relata Horrach en una entrevista que publica la revista Vanity Fair.
El fiscal, que sostiene
que no llegó a cifrar la rebaja de pena de la que se beneficiaría el marido de
la infanta Cristina si pactaba, explica que planteó lo mismo a la defensa del
socio del exduque, Diego Torres, pero igualmente no alcanzaron ningún acuerdo.
Horrach, que ha pedido
una excedencia para ejercer de abogado, plantea que necesita liberarse de
"la presión" y superar el "desgaste personal, profesional y
familiar" que le ha generado el caso por las críticas a su posición
contraria a la imputación de la infanta.
"Me han llamado
abogado defensor de la infanta, corrupto, perro del Gobierno", señala el
fiscal, que desvela que incluso ha llegado a recibir amenazas: "Me
mandaron una carta con una foto mía junto a mi mujer con la palabra
'cuidado'".
Defiende su
independencia, niega tajantemente que su postura respecto a Cristina de Borbón
le fuera dictada por sus superiores y critica el daño que han causado a la
Fiscalía la difusión de las conversaciones entre el jefe de la Oficina
Antifraude de Cataluña y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
"Si por mí fuera,
ese señor (el ministro) estaría cesado de manera inmediata e incluso encausado.
Lo que no es de recibo es que investiguen quién filtró las conversaciones, pero
no su contenido", afirma Horrach.