Juan Carlos I no vendrá a Sanxenxo (Pontevedra) esta semana ya que se ha suspendido la regata programada para el sábado y el domingo por la previsión de mal tiempo. Ciertamente, el rey emérito no había confirmado oficialmente un nuevo viaje a España, y la fecha no parecía ser la más óptima al coincidir con la precampaña de las elecciones generales del 23 de julio.

No obstante, en su último viaje también a Sanxenxohabía expresado su deseo de venir a las regatas, en las que estaba inscrito como patrón.

Esta podría haber sido la tercera visita a España desde su marcha a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020, casi dos meses desde su anterior estancia, que se prolongó desde el 19 al 25 de abril, cuando estuvo cinco días en Sanxenxo y dos en Vitoria en una revisión médica.

Según fuentes del entorno del exjefe de Estado, el rey emérito sí había planeado su nuevo viaje a España para navegar en el Bribón, pero ante la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de adelantar las elecciones consideró que lo adecuado era aplazarlo.

A esta situación se ha sumado el anuncio hecho esta tarde desde el Real Club Náutico de Sanxenxo de cancelar "por seguridad" la regata en la que iba a participar el Bribón, debido a "la inestabilidad meteorológica provocada por el paso del ciclón extratropical Óscar por Galicia", según el comunicado de la organización.

La pretensión inicial del rey emérito era embarcar este fin de semana para preparar su posible participación en el campeonato del mundo de la clase 6m que tendrá lugar a finales de agosto en el Reino Unido.

El anterior viaje de Juan Carlos I también coincidió con la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. El que no tuviera en cuenta este aspecto y decidiera viajar a Sanxenxo tras pasar por Londres causó cierto malestar en la Casa del Rey, donde además tuvieron conocimiento de su visita por la prensa.

En ese segundo viaje, cuando también se alojó en casa de su íntimo amigo Pedro Camposen la localidad pontevedresa, la discreción fue la tónica que marcó su estancia, en la que limitó sus apariciones públicas y no hizo comentarios a la prensa.

La última ocasión en la que se vio al padre de Felipe VI fue el pasado jueves en Jordaniajunto a la reina Sofía en la boda del príncipe heredero del país árabe. La imagen más llamativa fue en la que se le vio sentado en una silla de ruedas empujado por un asistente durante la llegada de los invitados a la ceremonia debido a sus problemas de movilidad.