Juan Carlos I se alojará durante su visita a Sanxenxo en casa de Pedro Campos. Pero, ¿quién es exactamente su anfitrión? Además del presidente del Club Náutico de la localidad pontevedresa, es una de las personas más cercanas al emérito.

Sobrino de Leopoldo Calvo-Sotelo e hijo de un importante empresario gallego dedicado a los balnearios, la vida de Campos ha estado marcada por la pasión por la náutica: empezó a navegar a los tres años y actualmente es el regatista más premiado de España con 16 campeonatos ganados. Una pasión que, no obstante, ha compaginado con los negocios: estudió Ingeniería Naval y fue presidente de la mayor empresa del mundo dedicada a la venta de velas.

Conoció al rey emérito en los 80 por mediación de otro de sus amigos íntimos, Josep Cusí. Los tres están unidos por su pasión compartida por la vela y fue Campos quien consiguió que Juan Carlos I pudiera seguir navegando tras su operación de cadera, ya que restauró el 'Bribón XVI', su barco actual, para que el monarca pudiera navegar sentado y desde entonces han coleccionado premios juntos.

Tras la abdicación de Juan Carlos, su amistad se estrechó aún más y Campos se convirtió en el anfitrión de Juan Carlos cuando viajaba a Sanxenxo. Él mismo explicaba en 2020 que la inmensa mayoría de sus visitas son para participar en competiciones y que suele alojarse en una habitación de invitados en su casa. De hecho, se dice que su vivienda fue el último sitio en el que se alojó antes de marcharse a Abu Dabi.

Convertido casi en un portavoz extraoficial, Campos ha tenido que desmentir rumores como el que apuntaba que el emérito se había instalado en la localidad gallega y, aunque siempre mantiene que sus conversaciones se ciñen a lo deportivo, son famosas sus mariscadas en el puerto de Sanxenxo y recibe a la infanta Elena cuando viaja a Galicia.

Aunque en estos dos años que el rey ha permanecido en Emiratos Árabes no se han visto en persona, su relación permanece intacta vía telefónica.

Hasta 2030

Tradición y una seguridad extrema: así ha sido la ceremonia de Putin para inaugurar su quinto mandato

La investidura en Moscú no solo marca un hito en el liderazgo de Putin, sino que también refleja la compleja intersección entre la tradición y la modernidad, mientras las estrictas medidas de seguridad subrayan los desafíos geopolíticos y la firmeza del régimen ruso.