Desde este viernes  la mujer pierde uno de sus derechos fundamentales: el derecho a decidir. Asociaciones de mujeres denuncian que la reforma de la ley del aborto retrocede 20 años atrás en la legislación y amenaza con llevar el aborto al terreno de la desigualdad.

“La que tenga medios económicos suficientes lo hará en el extranjero con todo tipo de garantías sanitarias y, por el contrario, la mujer que no tiene esos medios económicos está abocada a un aborto clandestino”, asegura Diego Fernández, director de la clínica Dátor. Aborto clandestino que implicará graves riesgos para la salud. La sociedad española de salud pública asegura que aumentará el riesgo de hemorragias, infecciones, incluso la mortalidad.

Y en su punto más polémico, el supuesto de la malformación, hay doctores que aseguran que conseguirá el efecto contrario: más abortos. Endurecer la legislación llevará a más mujeres que corran riesgo psicológico a tomar decisiones precipitadas.

Una de las mayores luchas de Gallardón, no permitir a las menores entre 16 y 18 abortar sin consentimiento paterno, derivará en más madres adolescentes.

Nos alejamos del resto de leyes europeas. Incluso la ONU recoge en un informe que las leyes que castigan y restringen la interrupción voluntaria del embarazo son inaceptables. En este sentido, Carolina García,  de la ONG Alianza por la Solidaridad,  asegura que Naciones Unidas está empujando a los gobiernos a facilitar el aborto porque es una manera de reducir el número de muertes”. Además,  está demostrado que las leyes más permisivas en ningún caso suponen más abortos.