El número de nuevos positivos y de fallecimientos en las residencias de mayores sigue en aumento. La presidenta del Círculo Empresarial de Atención a Personas, Cinta Pascual, destaca que los residentes son personas con pluripatologías con "un sistema inmunológico muy débil".

Factores que, unidos a la variante Delta, explicarían por qué el virus vuelve a cebarse con los más mayores. Según datos del IMSERSO, la semana pasada terminó con 941 nuevos positivos en residencias de mayores y 149 fallecidos. Una tendencia al alza desde hace ya cinco semanas y que los expertos achacan a varios factores.

"Los residentes que salen fuera y se infectan, familiares que llevan el virus dentro de las residencias y también los trabajadores de las residencias no inmunizados", resalta José Antonio López, director de neurovirología de la UAM.

Y ahí es donde las directoras y gerentes de servicios sociales ponen el foco de atención, con la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales abriendo la puerta a "exigir que todas las familias que van a visitar a las personas mayores se les exigiera a la entrada el certificado COVID o una PCR negativa", como explica su presidente, José Manuel Ramírez, a laSexta.

Si es necesario, dicen, habría que cambiar la legislación para obligar a vacunar a todos los trabajadores del sector. "La libertad individual de la persona mayor que no quiere ser tratada por una persona que ha decidido no vacunarse primaría sobre esa libertad que dicen tener aquellas personas que trabajan y han decidido no vacunarse", añade Ramírez.

Y siguen pidiendo una tercera dosis si el estudio inmunológico del Instituto Carlos III demuestra que la vacuna ha perdido eficacia. Sin embargo, un reciente estudio del CSIC pondría en duda esta solución. Según ese estudio, eso podría dejar más desprotegidos aún a los mayores, la población más vulnerable frente a un virus que se resiste a desaparecer.