1- Despresurización explosiva:
Pudo haberse producido una pérdida repentina de oxígeno causado por un fallo en la estructura y hermetismo del avión. En ese caso, los pilotos tienen solo siete segundos para ponerse la máscara de oxígeno.
2- Despresurización lenta:
En este caso, los pilotos disponen de más tiempo de oxígeno pero tienen la urgencia de bajar el avión a 3.000 metros para llegar a una zona de aire respirable. En esta situación, lo último es la comunicación con control, pero los expertos coinciden en que siempre hay un margen de cinco segundo para lanzar un "Mayday".
3- Imprevisto en cabina:
Esta es la teoría más remota, pero un atentado en el interior del avión podría haber inhabilitado a los pilotos de sus funciones habituales a los mandos del avión.
4- Error técnico en el avión:
Esta hipótesis se acerca a lo ocurrido en el imprevisto que el pasado 5 de noviembre hizo entrar en pérdida de altura a otro avión de Lufthansa que cubría la ruta Bilbao-Munich.
No obstante, el Colegio de Pilotos asegura que la tipología de accidentes ha evolucionado. Ahora son mayoritariamente en ruta, como el que aquí nos ocupa. En los 20 accidentes 2014, ninguno de ellos se produjo en el despegue, tres ocurrieron en la fase de ascenso, doce en ruta, otros tres en la fase de aproximación y dos en la de aterrizaje.