La reunión entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont tiene lugar después dela fallida investidura de Sánchezy a la espera de si se abren nuevas negociaciones para tratar de desbloquear la situación.
El líder del PSOE ha rechazado de plano contar con el apoyo de ERC y de Democrácia i Llibertat, la coalición liderada por Convergencia, mientras no den marcha atrás en su proyecto independentista.
Sánchez también ha dejado claro su oposición frontal a la celebración de un referéndum en Cataluña, como demandan los partidos secesionistas y otras formaciones, como Podemos y su marca en Cataluña En Comú Podem.
Este rechazo a la consulta está recogido en el documento para intentar firmar un gobierno firmado entre PSOE y Ciudadanos. El secretario de Comunicación de C's, Fernando de Páramo, no puso reparos a que Sánchez se vea con Puigdemont, pero le recordó que no puede hablar de "saltarse la legalidad", de un referendo o de romper la unidad de España.
Sánchez trasladará al presidente de la Generalitat que la solución al problema de Cataluña pasa por la reforma federal de la Constitución. Reiterará además su disposición, en el caso de ser investido presidente, a negociar buena parte de los 23 puntos del documento que el expresidente de la Generalitat Artur Mas planteó al jefe del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en julio de 2014 para mejorar la situación en Cataluña.
El líder socialista cree que se debe abrir un nuevo tiempo entre el Estado y la Generalitat presidido por el diálogo y la normalidad en la relación institucional. Al término de la reunión, van a comparecer ante los medios Sánchez y la consellera de la Presidencia, Neus Munté, para informar de lo tratado.