Podemos celebra este fin de semana en el Palacio de Vistalegre su esperada II Asamblea Ciudadana Estatal en la que las bases del partido tienen en sus manos el futuro del partido y también el desenlace de la pugna que desde hace meses protagonizan los dos principales dirigentes de la organización: el secretario general, Pablo Iglesias, y el secretario político, Iñigo Errejón.

Iglesias y Errejón compiten en todas las categorías menos en la de la Secretaría General. Aunque intentaron negociar sin éxito un acuerdo para fusionar sus proyectos y elaborar una misma lista, esa fase de conversaciones previa se reveló como el caldo de cultivo perfecto para las tensiones que después han convertido la campaña en un enfrentamiento crudo y amargo entre los dos principales sectores del partido.

Así, el líder del partido morado y el portavoz parlamentario llegan a la cita de este fin de semana, conocida como Vistalegre II, más alejados que nunca, tras una campaña interna repleta de duras acusaciones cruzadas, que han puesto de manifiesto las diferencias estratégicas pero también personales que existen entre ellos y, sobre todo, entre sus equipos; enfrentamiento ante el que la tercera corriente, los anticapitalistas, ha tratado de mantenerse al margen.

Si hace dos años y medio fueron los anticapitalistas quienes dieron la batalla contra el sector oficialista en la I Asamblea Ciudadana Estatal celebrada en octubre de 2014 también en Vistalegre, en esta segunda cita la contienda se libra entre los dos bandos en los que se ha dividido la dirección estatal que surgió entonces: los 'pablistas', agrupados en 'Podemos para Todas', y los 'errejonistas', 'Recuperar la Ilusión'.

El equipo con el que Iglesias arrasó en esa cita, copando el Consejo Ciudadano Estatal, llega ahora enfrentado a Vistalegre e incluso mermado, tras la salida de algunos de los que eran estrechos colaboradores del líder y que se han quedado por el camino debido a las disputas internas.