Tragedia que cambió su vida
"Murió en los brazos de mi padre": Juan Carlos I recuerda en sus memorias la muerte de su hermano Alfonso
Los detalles "No teníamos ni idea de que quedaba una bala en la recámara (…) todavía es difícil hablar de ello y pienso en él todos los días (…) me gustaría tenerle a mi lado y poder hablar con él". Así cuenta el emérito cómo aquel accidente con una pistola en Estoril cambió su vida para siempre y dejó un vacío imposible de llenar.

Durante décadas, Juan Carlos I evitó hablar de ello. Hasta ahora. En sus memorias 'Reconciliación', publicadas este miércoles en Francia y que llegarán a España el 3 de diciembre, el rey emérito relata por primera vez un episodio que lo marcó para siempre: la muerte de su hermano menor, Alfonso, cuando ambos eran adolescentes.
"No me gustaba hablar de ello y es la primera vez que lo hago. No teníamos ni idea de que quedaba una bala en la recámara (...) Murió en los brazos de mi padre. Hay un antes y un después. Pienso en ello todos los días. Le echo de menos. He perdido a un amigo, a un confidente. Dejó un vacío enorme. Sin su muerte, mi vida habría sido menos oscura, menos infeliz", escribe Juan Carlos, dejando entrever que aquel accidente definió gran parte de su vida adulta.
Un accidente que lo cambió todo
El trágico suceso ocurrió el 29 de marzo de 1956, Jueves Santo, en la residencia familiar de Estoril, en Portugal. Juan Carlos tenía 18 años y Alfonso, cuatro menos. Ambos jugaban en el cuarto de juegos con una pistola calibre 22 que le había regalado un amigo teniente. Creían que estaba descargada, pero no lo estaba.
"Mientras esperábamos la cena, subimos al cuarto de juegos. Habíamos vaciado el cargador, pero no sabíamos que quedaba una bala. Se oyó un disparo, la bala rebotó e impactó en la frente de mi hermano", recuerda el rey emérito. La bala alcanzó a Alfonso, quien murió casi de inmediato en brazos de su padre.
Para Juan Carlos, aquel día marcó "un antes y un después". Apenas dos días después del funeral, fue enviado a la Academia Militar en España, con la consigna de "seguir con la vida rápidamente". Pero admite que nunca se recuperó de esa tragedia. "Cada año, el 3 de octubre —su cumpleaños— sigue siendo un día inolvidable para mí", dice, señalando que el dolor lo acompaña desde entonces.
El vacío que dejó Alfonso
"Le echo de menos, me gustaría tenerlo a mi lado y poder hablar con él. He perdido a un amigo, a un confidente. Dejó un vacío inmenso", confiesa. Según sus palabras, sin aquel accidente, su vida habría sido "menos sombría, menos infeliz". El capítulo dedicado a este episodio en sus memorias es breve, solo dos páginas, pero refleja con crudeza cómo un accidente cambió su historia personal y familiar.
El exmonarca también habla de su propio final y de cómo funciona la tradición de la monarquía española con los restos de los reyes. Explica que, tras su muerte, el cuerpo reposa durante 25 años en el 'pudridero' del monasterio de El Escorial, hasta que los monjes rompen los huesos y los colocan en una urna sellada en la necrópolis real.
"No me obsesionan esas cosas. He vivido bastante con las sombras del pasado", concluye. Su relato mezcla dolor, memoria y una resignación serena frente a la muerte, tanto la de su hermano como la propia.
Para Juan Carlos I, aquel accidente fue el primer gran drama de su vida, uno que lo marcó para siempre y que, según confiesa, todavía recuerda cada día.
*Sigue a laSexta en Google. Toda la actualidad y el mejor contenido aquí.