En el Gobierno preocupa las posibles consecuencias negativas que pueda tener la reforma del Código Penal del pasado diciembre, en la que se eliminó el delito de sedición por uno de desórdenes públicos agravados y se modificó también el delito de malversación.

Han sido los cambios en este último tipo penal los que mayor inquietud despertaron tanto en la parte socialista como la de algunos de los principales socios del Ejecutivo, pero la exigencia de ERC para sacar adelante una reforma que avanza en la desjudicialización del procéshizo que saliera adelante.

Fuentes de La Moncloa no ocultan esta preocupación por los efectos negativos de la reforma, como ya ha ocurrido con la ley del 'sólo sí es sí', que ha provocado la rebaja de penas de 140 agresores sexuales.

Ahora en la parte socialista del Ejecutivo están convencidos de que la disposición transitoria que se incluyó en este texto -no se hizo en el proyecto de Igualdad- evitará que se produzcan revisiones a la baja.

Un alto cargo del Ejecutivo insiste en que "ningún ladrón" saldrá de la cárcel con esta reforma.

Al respecto, y preguntado por la reforma del delito de malversación y si los acusados por corrupción podrían salir beneficiados, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, cree que este cambio legal endurece su situación.

"Los corruptos están peor ahora que antes de la reforma del Código Penal. Son más duras las penas para el que roba, hay un nuevo delito, el enriquecimiento ilícito, se ha modificado del desvío presupuestario de fondos dentro de la administarción pública...", ha detallado durante una entrevista en TVE.

A su juicio, la petición que ha hecho la Audiencia Nacional de revisar una petición de condena para los acusados por el caso Acuamed no es lo mismo que las rebajas de pena de los agresores sexuales, ya que en este supuesto se trata de la "fase de instrucción". "No hay ninguna revisión de condena porque ni siquiera se han juzgado los hechos", ha insistido.