Velas y flores en el instituto Rey Joseph Gimnasium en Haltern, a 80 kilómetros al norte de Düsseldorf, de donde eran los 16 adolescentes y dos profesoras fallecidos en el accidente. Dolor y desolación entre los alumnos del centro que han empezado a concentrarse aquí para recordar a sus compañeros.
"Haltern es una ciudad pequeña y casi todos nos conocemos. Estoy aquí con mis hijos para mostrar nuestro apoyo", declaraba una vecina de la zona.
Los jóvenes tenían entre 14 y 15 años y volvían de pasar unos días en la localidad barcelonesa de Llinars de Vallés, donde habían participado en un programa de intercambio en un instituto.
Estuvieron a punto de perder el vuelo a Düsseldorf porque una de las adolescentes se había olvidado su documentación, pero su familia de acogida se la llevó al aeropuerto y finalmente pudieron embarcar.
El instituto alemán ha suspendido las clases y abrirá sus puertas para atender a los compañeros de los fallecidos, que recibirán ayuda psicológica. El alcalde de Haltern, una pequeña localidad de apenas 37.000 habitantes, asegura que es el día más triste de su historia. "Quiero empezar diciendo que este pueblo ha sufrido hoy un shock que es con toda seguridad, lo peor a o que se va a enfrentar en su historia", declaró el alcalde.
Gestos de dolor también en el rostro de los familiares y amigos que acudían al aeropuerto de Düsseldorf, donde se ha habilitado un espacio para atenderles en la sala VIP del aeropuerto.
Hay 55 alemanes entre las víctimas, según ha contado el portavoz de Germanwings. La tragedia también a golpeado a Turquía de donde procedían parte de los pasajeros del avión siniestrado.