Los Mossos advierten que los colegios solo podrán permanecer abiertos si en él se cumple una función educativa. Si no, siguiendo el mandato judicial, deberán cerrarlos.

Esas son las órdenes del major de los Mossos en una nota interna, en la que Trapero especifica que su intervención deberá evitar la violencia: "Los principios básicos de actuación son los de proporcionalidad, contención y medición para mantener la paz social y convivencia".

Además, deja abierta la puerta a un posible no desalojo, ya que el documento interno recoge varios argumentos que los agentes podrían alegar para no cerrar los colegios y así evitar enfrentamientos.

Estas causas serían que las personas que estén en su interior se nieguen a abandonar el local, que puedan desencadenarse altercados, que sea imposible acceder al centro o que en su interior se encuentren niños o ancianos.

Según Trapero, el objetivo de la actuación policial es mantener la paz social y la convivencia. Ante esto, el Ministerio de Interior ha respondido recordando "el juramento que hicieron de guardar y hacer guardar la Constitución", y que la ley les obliga a obedecer a jueces y fiscales con neutralidad política.

Desde el Gobierno central esperan que no sea necesario recurrir a la fuerza y los desalojos se produzcan pacíficamente. "La policía judicial les invitará a desalojar y esperamos que todos actúen con sentido común, con prudencia y respetando, evidentemente, respetando la legalidad democrática vigente", explica Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña.

En total, el dispositivo de seguridad incluye a 19.000 mossos, 2.000 antidisturbios, 5.300 policías y 5.000 guardias civiles.