Los Mossos tendrán que garantizar la seguridad el 1 de octubre, cuando a partir de las 06.00 horas, deberán actuar para impedir el referéndum. Según una nota interna, la orden del major es hacerlo "con proporcionalidad, contención y medición para mantener la paz social y la convivencia".

Tendrán que acatar las órdenes de la Fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de "impedir hasta el 1 de octubre la utilización de locales o edificios públicos para la preparación del referéndum". Sin embargo, instrucciones como la del precinto de todos los locales pueden conllevar la alteración del orden público, según Trapero.

El Govern pide que los Mossos dejen de depender del mando único de Interior , pero no especifica el papel que han de tener. "Cualquier actuación policial ha de tener como objetivo la salvaguarda de la convivencia ciudadana", aclara el conseller de Interior, Joaquim Forn.

Desde el Ejecutivo tienen claro cuál es el rol de de la Policía catalana, que no es otro que "impedir ilegalidades en Cataluña", según afirma Rafael Catalá. Mientras, el portavoz del principal del Sindicato de los Mossos d'Esquadra pide que se les aparte de la política porque "se está tensionando a la Policía de Cataluña de forma innecesaria".

También en el punto de mira están el papel de la Policía Nacional y la Guardia Civil, en un despliegue de 10.000 agentes que es desproporcionado para la Generalitat, pero que el Gobierno defiende.

La Polícia tendrá que ir en grupos de tres, en furgón y sin uniformar para cumplir las órdenes de impedir la entrada en colegios y requisar urnas. La Guardia Civil y los Mossos tendrán que hacer los mismo en sus demarcaciones territoriales.