Apenas habían pasado unas horas desde que el ministro Gallardón anunciaba la aprobación del anteproyecto de la ley del aborto y en las calles de Madrid volvían a resonar las porras de los antidisturbios golpeando indiscriminadamente.

Protestaban contra una ley que reprime sus derechos como mujeres la manifestación ya había terminado cuando la policía empieza a cargar sin motivo aparente y se lanzan sobre los manifestantes que intentan razonar con los antidisturbios como quien lo hace contra un muro de piedra.

La única respuesta: la fuerza. Los antidisturbios piden colaboración a un chico acorralado en el suelo y a los periodistas que también cobran por haber grabado y fotografiado la escena.

Uno de los antidisturbios se baja la visera para que no le reconozcan, no quieren que las imágenes muestren la dureza indiscriminada con la que actúan.

Las tres personas detenidas ya han sido puestas en libertad a lo largo del día, pero los ecos contra la ley del aborto se han repetido en Bilbao y también en Barcelona porque con o sin golpes, no están dispuestas a aceptar una ley que coarta sus derechos y aboca al aborto clandestino a muchas mujeres sin recursos.