En su discurso en el
Parlament para declarar la independencia de Cataluña y posteriormente
suspenderla para dialogar, Puigdemont ha pedido a las empresas y actores
económicos "que sigan generando riqueza y que no caigan en la tentación de
utilizar su poder para asustar a la población".
También ha pedido a las
fuerzas políticos que "contribuyan con sus palabras y con sus acciones a
rebajar la tensión", una petición que ha extendido "a los medios de
comunicación". Al Gobierno central le ha solicitado que "escuche": "Ya no a nosotros
si no quiere, sino a los que piden la mediación, a la comunidad internacional y
a los ciudadanos de España que le piden que renuncie a la represión y a la
imposición".
A la Unión Europea le ha
rogado "que se implique a fondo y que abogue por los valores fundacionales de
la Unión" para acabar su discurso señalando que "el Gobierno de Cataluña hace
un gesto de responsabilidad y de generosidad y vuelve a extender la mano al
dialogo".