Demostración de fuerza de los alcaldes independentistas. Con Puigdemont y Junqueras marcando el paso más de 500 ayuntamientos de Cataluña han cerrado filas en torno a la consulta del 1 de octubre. Ha llegado el momento, ha dicho el president, de elegir entre las urnas o "las polillas que roen la democracia".

"Cuando os digan cuál es la garantía, decidle que vosotros sois la garantía", ha asegurado el dirigente de la Generalitat de Catalunya. El Govern envía además un mensaje de tranquilidad a los alcaldes que apoyen la consulta unilateral.

Y los consistorios asumen su parte de responsabilidad. De este acto han salido tres compromisos: apoyo sin fisuras al gobierno catalán, la cesión de locales para poner las urnas y no dar ni un paso atrás ante cualquier impedimento del Gobierno central.

Durante la cumbre de Varsovia, el presidente Rajoy les recordaba la obligación de cumplir la ley e insistía que el Gobierno la va a hacer cumplir: "El gobierno no va a abdicar de sus obligaciones".

Catalunya Sí que es Pot, partidario de un referéndum pactado y con garantías, pide salir del enrocamiento y avanzar en el diálogo. "Pasan por la construcción de una alternativa que asuma plenamente la plurinacionalidad del Rstado y el derecho a decidir", ha aseverado Xavi Domenech.

El martes 4 de junio, Junts pel Sí y la CUP reunirán en el Parlament al resto de grupos para explicarles los detalles de la llamada Ley de Ruptura catalana, la que debe regular la consulta. PP, Ciudadanos y PSC ya han dicho que no asistirán. Catalunya Sí que es Pot aún no ha tomado una decisión.