Apenas hace unos meses, Rita Barberá paseaba por los mercados valencianos indignada con los periodistas que le preguntaban la corrupción en el PP valenciano, calificando de "intolerable" que le preguntaran.

La exalcaldesa apuró su última campaña presumiendo de la honradez de su gente, y asegurando que "nadie se ha enriquecido". Haberse enriquecido adjudicando contratos públicos es supuestamente por lo que esta semana han detenido a sus manos derecha e izquierda, tanto que desde Compromís no ven posible "que la señora Barberá no supiera nada".

Pero según publican varios medios, hay más, ya que esa misma campaña se habría financiado de forma irregular. El partido habría pedido una donación de 1.000 euros a todos los miembros del grupo municipal, en principio algo legal. Sin embargo, la irregularidad viene porque semanas después, supuestamente, los 1.000 euros les eran devueltos en un sobre con dinero negro.

Algunos miembros del PP, como la concejala Beatriz Simón, reconocen la aportación, aunque niegan que se les devolviese.

Quienes hicieron oposición a Barberá, aseguran que ésta no era la primera vez que el PP valenciano acudía 'dopado' a las urnas. "El PP ha acudido a las urnas en muchas ocasiones sobrefinanciado irregularmente", afirma Joan Calabuig, concejal del PSPV.

Ahora se investiga si el sistema de donaciones con retorno fue algo puntual, o era sistemático.