Los imputados por haber agredido a dos guardias civiles y sus parejas en un bar de Alsasua (Navarra) el pasado 15 de octubre se enfrentarán a penas de entre 10 y 15 años de cárcel por estos hechos, que se enmarcarían en un delito de lesiones terroristas.

Este artículo se refiere a las lesiones terroristas, en las que se enmarcarían los hechos ocurridos en Alsasua, que serían un delito de terrorismo porque se trata, según la Fiscalía, de actuaciones que pretenden "obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo".

Tras una corta instrucción en un juzgado navarro, la investigación la lleva ahora la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, quien ha enviado a prisión incondicional y sin fianza a siete de los presuntos agresores.

Los siete fueron apuntados por las víctimas esta semana como autores de los golpes en sendas ruedas de reconocimiento celebradas en la Audiencia Nacional, en las que aparecían junto a gente de su ambiente y a otros presos trasladados "ad hoc" para ello al tribunal.

Pero estos siete no son los únicos imputados, también figuran otros dos, un hombre y una mujer, que no habrían participado directamente en los hechos, aunque sí se encontraban en el bar y habrían podido incitar a los golpes.

Estas dos personas permanecen en libertad con la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. Los agredidos, un teniente y un sargento de la Guardia Civil y las parejas de ambos, se encontraban en un bar de Alsasua en la madrugada del 15 de octubre cuando un grupo de unas 50 personas empezó a increparles por su condición de agentes, aunque iban de paisano.