El ex director general de Trabajo de Andalucía Javier Guerrero, uno de los principales acusados en la pieza política del caso ERE, no ha ratificado en el juzgado las declaraciones que hizo ante la Policía y la Guardia Civil al alegar que "en ese momento tenía mucha presión mediática y de la Policía para declarar".

El juicio de la pieza política del caso ERE contra 22 exaltos cargos de la Junta, entre ellos los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, se ha reanudado hoy con el interrogatorio a los acusados, empezados por Guerrero, que ha anunciado que sólo responderá a las preguntas de su abogado.

Ante su negativa a responder a las acusaciones, la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado que se lean las declaraciones realizadas por Guerrero ante los cuerpos de seguridad del Estado en 2011 y 2012 durante la investigación judicial, unas declaraciones en las que Guerrero señaló que sus superiores conocían las ayudas que concedía.

Guerrero es uno de los principales implicados en el caso ERE y de los pocos que ha pasado por prisión, ya que desempeñó el cargo durante la mayor parte del periodo investigado (2001-2011) y su departamento era el que concedía las ayudas sociolaborales bajo sospecha.

En estas declaraciones, Guerrero negó conocer la inclusión en los ERE subvencionados de "intrusos" (personas que nunca trabajaron en las empresas en las que se prejubilaron) y aseguró que "sólo aplicó el sistema que sus superiores le impusieron".