La decisión llega después de que el pasado viernes el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anunciara que investigará a Gordó por tráfico de influencias, prevaricación, malversación de fondos y otros asuntos vinculados al caso del 3 %, lo que llevó a ERC y a la propia dirección del PDeCAT a exigirle que renunciase a su acta de diputado.
"Causo baja del nuevo partido PDeCAT y evidentemente del grupo parlamentario de JxSí y permaneceré como diputado no adscrito, en el sentido que me ha pedido la plataforma Nova Convergència (corriente interna que él abanderaba dentro de la formación demócrata) y después de haberlo hablado con algunos dirigentes del partido y algunos compañeros de escaño", explica Gordó en un comunicado.
Gordó recuerda que durante 37 años ha militado en CDC y señala: "Cuando mi partido de toda la vida ha tomado decisiones, siempre las he asumido responsablemente". "Pero asumir las decisiones mayoritarias no comporta no tener opinión o no poderla manifestar", dice Gordó, que añade que en los últimos años no ha renunciado a dejar clara su "opinión personal".
Gordó subraya que en los últimos meses "han sido muchas las ocasiones" en las que ha "discrepado en cuestiones de especial relevancia, como declarar obsoleto un activo tan inmenso como CDC" o "dejar de lado valores esenciales para una sociedad moderna y democrática" que CDC "siempre defendió" pero que "demasiado a menudo han quedado escondidos por la presión del juego parlamentario".
El exconseller explica que el pasado viernes, con el anuncio de la investigación del TSJC, acordó con la dirección del PDeCAT un comunicado que, "para evitar que alguien malévolamente pudiese considerar que la situación perjudicaba al proceso" soberanista, planteaba su renuncia como Presidente de la Comisión de Justicia del Parlament, sin cuestionar su pertenencia al grupo de JxSí.
Horas más tarde, rememora Gordó, después de que la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, le sugiriera vía Twitter entregar su acta de diputado, "se produjo un punto de inflexión que de manera evidente ha llevado a una situación de pérdida de confianza mutua".
"Me resulta incomprensible este cambio de criterio. Y más ahora que el grupo parlamentario del que formo parte está trabajando en una reforma en la cual sea la apertura de juicio oral, y no una investigación, aquello que marque el momento procesal que haga que los diputados tengan que dejar de ejercer sus funciones, no su acta de diputado", protesta.
Visiblemente contrariado por la presión que recibió de la cúpula del PDeCAT para que diese un paso atrás, remarca que a él se le pide que abandone su escaño "ahora, en este momento inicial, cuando evidentemente no se habla de apertura de juicio oral".
"Esto también choca, por otro lado, con la situación de investigados en la cual se encuentran otros electos de mi partido, a los que no se les cuestiona, y estoy plenamente de acuerdo, que continúen desarrollando su cargo.
De hecho, no tiene ningún sentido defender el derecho a la presunción de inocencia si no se puede materializar, es como si alguien defiende el derecho a la autodeterminación pero no lo deja ejercer", denuncia.
Tras anunciar su baja como militante del PDeCAT y su nueva etapa como diputado no adscrito en el Parlament, Gordó recalca que esta decisión, "además de poner fin al conflicto referido con la dirección del PDeCAT, es una declaración de intenciones políticas".
"Este paso será para mí una nueva puerta abierta al futuro de la política catalana en la cual miraré, miraremos, de aportar ideas, principios y actuaciones que en estos momentos están quedando huérfanos de representación", advierte.
Para esta nueva fase, prevé contar con el apoyo de la plataforma Nova Convergència, que agrupa a un sector autodenominado "centrista" del PDeCAT y que hasta ahora había liderado el propio Gordó.
"Sin personalismos, querría ofrecer a tanta gente que me consta que lo reclama un futuro de plenitud nacional, progreso social y económico y fomento de la convivencia de esta sociedad catalana de hoy", plantea. Gordó tiende la mano tanto a sus hasta ahora compañeros de partido como a nuevos perfiles para "construir el futuro", una decisión que asegura que "no es contra nadie".