El Gobierno ha decidido trasladar agua de una desaladora del Estado en la localidad valenciana de Sagunto a Cataluña para hacer frente a la severa sequía que mantiene la comunidad en emergencia. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha mantenido este sábado una conversación con el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, en la que ha trasladado la decisión del Gobierno ante la dramática situación de la comunidad vecina.

Una conversación en la que ha primado la buena sintonía y ambos dirigentes se han emplazado a mantener una reunión para tratar la decisión del Ejecutivo central de forma presencial. Mazón ha expresado que está "a favor de la solidaridad hídrica" entre regiones, aunque ha manifestado los siguientes matices: "Mientras que no afecte a la salmuera de la costa valenciana, pero tiene que ser en los dos caminos". Esta misma semana se ha confirmado otro acuerdo de Rivera con el presidente andaluz, Juanma Moreno, para plantear acciones conjuntas por la sequía en Andalucía.

La ministra ha informado al presidente valenciano de que para enviar agua desalada hasta Barcelona, la producción de la planta desaladora en Sagunto tendría que aumentar un 15%, algo que en ningún caso pondría en peligro las necesidades de los valencianos. La planta desaladora está gestionada por la empresa pública Aquamed (pertenece al Estado) y no necesita la autorización del Gobierno valenciano. Sin embargo, Rivera ha mantenido una charla con Mazón para trasladarle la propuesta.

La salida de barcos con agua desalada desde Sagunto hasta Barcelona no se materializará de manera inminente, sino que la medida ha sido pensada para medio-largo plazo, en caso de que la situación de sequía en Cataluña siga siendo grave.

Solución a la sequía

En su conversación telefónica, la vicepresidenta segunda ha comunicado al presidente valenciano la intención de transportar agua hasta Cataluña, algo que esta semana Teresa Ribera ya contemplaba como "una de las medidas que debe ser estudiada" como solución a la sequía. "Yo sí creo que, efectivamente, esa es una parte de la solución, que pueda transportarse agua en barco, pero hay que saber de dónde se trae", expresó la ministra.

Para Ribera resulta importante que los puertos estén preparados para esa operación: "Requiere que en los puertos exista esa capacidad para poder conectar la desaladora o el río al barco y poder llevar eso a otro sitio y poder descargar el agua en otro sitio". El consejero catalán de Acción Climática, David Mascort, ha declarado que "se trata de una operación quirúrgica para traer el agua imprescindible en un momento dado para unos equipamientos determinados". Por ejemplo, que haya agua en los hospitales. Asegura, además, que traerá el agua de donde haga falta.

Estas son parte de las soluciones que el Gobierno busca para tratar de paliar la sequía en Cataluña y en otras comunidades autónomas como Andalucía. Teresa Ribera volverá a reunirse en las próximas semanas con Juanma Moreno para abordar el problema de la falta de agua.

Por el momento, desde Cataluña afirman que el escenario actual no es extremo y que transportar agua en barcos es una alternativa para utilizar en verano. Mascort mantendrá una reunión con Ribera el próximo lunes. Dicen en el Govern que hasta el verano hay tiempo, por lo que todo pasaría por el puerto de Barcelona.

El Govern catalán ya había puesto sobre la mesa la posibilidad de contratar barcos cargados de agua que la lleven hasta el Puerto de Barcelona, entre ellas la posibilidad de hacerlo desde Tarragona (donde la escasez hídrica no es tan extrema pues se alimenta del Ebro) o desde otros puntos de España donde hay desalinizadoras. Ahora, ha sido el Ejecutivo central el que ha planteado hacerlo desde una desalinizadora estatal ubicada en Valencia.

El Govern de Pere Aragonès declaró el pasado viernes la emergencia por sequía en Cataluña, una situación sin precedentes que afecta a 6 millones de catalanes de áreas de Barcelona y Girona, cuyo consumo queda limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día.

Además, en el plan de Emergencia puesto en marcha en Cataluña se incluye la prohibición de llenar piscinas, la prohibición del uso de agua potable para regar, salvo si es para un accidente o incendio o la prohibición de lavar el coche excepto en establecimientos dedicados a esta actividad, que tienen circuitos de recirculación de agua.