Después de un debate largo, Eduardo Torres-Dulce ha conseguido el apoyo de sus colegas para presentar la querella contra Artur Mas casi por unanimidad. Y es que sólo dos de los 24, han discrepado.

Así que la mayoría ha respaldado la propuesta del fiscal general, que pide querella múltiple contra Artur Mas, la vicepresidenta del Govern y la consejera de Educación, a los que acusarán de desobediencia, prevaricación, malversación y usurpación de funciones por organizar el 9N.

Sin embargo, los promotores de la consulta alternativa están indignados y piensan, incluso, autoinculparse para no dejar solo a Artur Mas. Dolors Camat, de ICV, piensa que "es una persecución política". Quim Arrufat, de la CUP, afirma que ha sido "una decisión desproporcionada jurídicamente y mediáticamente". Por su parte, Duran i Lleida piensa que se ha cometido un "error monumental".

Algunos creen que el Gobierno está detrás de la querella. Homs afirma que "al formalizar esta querella, el estado español hace un ridículo internacional extraordinario". 

Ahora, Torres-Dulce le pedirá al fiscal Superior de Cataluña que ponga la querella. El mismo que anteriormente defendió que no había fundamento para presentarla. Pero como la Fiscalía es un órgano jerárquico, no le quedará otra que asumir la propuesta de Torres-Dulce o dimitir.