Euskadi vuelve a la situación de emergencia sanitaria ante el aumento de los contagios por coronavirus. El Gobierno Vasco la ha declarado este lunes, lo que permitirá al lehendakari electo, Iñigo Urkullu, asumir el mando único en la crisis sanitaria y adoptar medidas adicionales a las que se pondrán en marcha en toda España.

El Boletín Oficial del País Vasco ha publicado la triple normativa que establece la situación de emergencia sanitaria, aunque las medidas concretas se decidirán y anunciarán este martes.

La primera de las tres normas establece que la consejera de Salud solicita a la de Seguridad que se active el Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI); con la segunda esta lo activa formalmente y con la tercera el lehendakari en funciones "avoca para sí" la dirección del plan. Con ello, podrá adoptar medidas adicionales a las acordadas el viernes entre Sanidad y las comunidades autónomas.

Al declarar la situación de emergencia sanitaria, Urkullu puede restringir el acceso a determinadas zonas -de momento se descarta un confinamiento general- y limitar o condicionar el uso de servicios públicos y privados o el consumo de bienes, de acuerdo con la Ley Vasca de Gestión de Emergencias.

La decisión viene motivada por el incremento de casos que se viene produciendo en Euskadi, que el domingo notificó 610 nuevos contagios de COVID-19, 35 más que la jornada anterior. También aumentan las hospitalizaciones: en este momento, hay 163 personas ingresadas por coronavirus en planta y 14 en las UCI vascas.

Ante esta situación, las consejeras de Salud y Desarrollo Económico, Nekane Murga y Arantxa Tapia, indicaron el sábado que urge adoptar nuevas medidas restrictivas para reducir los contagios y, por tanto, dar un "paso atrás" en la denominada "nueva normalidad".

Murga justificaba así la decisión de volver a la emergencia sanitaria en Euskadi, donde hay alrededor de 4.000 positivos activos, advirtiendo de que el País Vasco está "ante un posible tsunami".

El Ejecutivo vasco considera que es una medida "imprescindible", también de cara a la vuelta a las escuelas y a la actividad industrial y empresarial en septiembre. La medida pretende evitar someter a más tensión al sistema de salud y evitar así un colapso sanitario, así como un segundo confinamiento generalizado, que por el momento descarta.

Euskadi ya recurrió a esta herramienta jurídica en las primeras semanas de la crisis sanitaria para hacer frente a la pandemia. Fue el 13 de marzo cuando el lehendakari declaró la emergencia sanitaria por primera vez.

Nuevas restricciones

Entre las nuevas medidas que se aplicarán en Euskadi, algunas serán de aplicación generalizada para toda la comunidad y otras serán "específicas y extraordinarias" para determinados municipios, ámbitos o espacios especialmente afectados.

En concreto, estas nuevas acciones irán en la línea de la restricción de aforos y agrupaciones de personas, así como de los horarios de hostelería y en la adaptación del transporte público en horario nocturno. Además, el Gobierno vasco quiere que la obligatoriedad del uso de las mascarilla quede perfectamente definida.

Asimismo, se incorporarán las medidas acordadas por unanimidad en el consejo interterritorial de Sanidad: la prohibición de fumar en espacios públicos si no se pueden guardar dos metros de distancia y el cierre del ocio nocturno.