Derecho al aborto
Estos son los pasos que se deben dar para blindar en la Constitución el derecho al aborto
El contexto El Gobierno inicia el proceso de modificación de la Constitución para incluir el derecho al aborto, una reforma constitucional que exigirá mayorías cualificadas en el Congreso y en el Senado.

Resumen IA supervisado
El Gobierno ha iniciado el proceso para modificar la Constitución e incluir el derecho al aborto en el artículo 43, relacionado con la protección de la salud. Esta reforma será ordinaria, no agravada, ya que no se considera un derecho fundamental. Para llevarla a cabo, el Ejecutivo presentó el proyecto en el Consejo de Ministros. En el Congreso, se necesitará el apoyo de tres quintos, es decir, al menos 210 diputados, lo que implica el respaldo del PP. En el Senado, el texto podría aprobarse con tres quintos o requerir una Comisión Mixta para acordar un texto común. Si se alcanzan estos acuerdos, un 10% de diputados o senadores podrían solicitar un referéndum. Sin embargo, tanto PP como Vox han indicado que no apoyarán la reforma, lo que dificulta su avance.
* Resumen supervisado por periodistas.
El Gobierno inicia el proceso de modificación de la Constitución para incluir el derecho al aborto, una reforma constitucional que exigirá mayorías cualificadas en el Congreso y en el Senado, y por tanto el apoyo del PP resulta indispensable.
El Consejo de Ministros ha optado por introducir el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en el capítulo tercero de la Constitución, que aborda los principios rectores de la política social y económica.
En concreto, en el artículo 43 que reconoce el derecho a la protección de la salud. Esto significa que el derecho al aborto no se concibe como un derecho fundamental y, por tanto, la reforma constitucional para reconocerlo será ordinaria y no agravada.
Para una reforma ordinaria de la Constitución son necesarios varios pasos. El primero de ellos es que el Gobierno apruebe un proyecto de ley o bien que el Senado o el Congreso impulsen una proposición de ley. En este caso, es el Ejecutivo el que da ese paso en Consejo de Ministros.
Una vez en la Cámara Baja, su aprobación exigirá el apoyo de tres quintos, esto es, el apoyo de al menos 210 diputados. Con la aritmética parlamentaria actual, sería necesario el respaldo del PP para que salga adelante.
Si el Congreso aprobara el texto, según detalla EFE, tendría que viajar al Senado, donde caben dos opciones: que se apruebe sin modificaciones con tres quintos de la Cámara o bien que se introduzcan cambios. De ser así, habría que constituir una Comisión Mixta para que Congreso y Senado acordaran un texto común.
Ese texto común tendrían que ratificarlo los tres quintos de las dos Cámaras o bien la mayoría absoluta del Senado y dos tercios del Congreso, 234 diputados. Llegados a este punto, se abre un plazo de 15 días durante el que el 10% de diputados o de senadores pueden solicitar que el texto sea votado en referéndum.
Si el Gobierno hubiera optado por considerar el aborto un derecho fundamental, la reforma constitucional hubiera sido agravada, esto es, exigiría una mayoría de dos tercios del Congreso y del Senado y seguidamente la disolución inmediata de las Cortes y convocatoria de elecciones.
Las Cámaras elegidas tendrían que ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que volvería a exigir la mayoría de dos tercios de Congreso y Senado. Después, un referéndum. De momento, tanto PP como Vox han avanzado que no apoyarán esta reforma, lo que hace indicar que tiene pocos visos de prosperar.
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