David Pla e Iratxe Solozábal, los dos detenidos en la "operación Pardines" llevada a cabo en Francia, fueron los encargados de anunciar hace casi cuatro años el cese definitivo de la violencia.

Después, con ETA ya sin actividad pasaron a dirigir lo que quedaba de la banda, fundamentalmente solucionar problemas con los huidos, las armas y los presos hasta que han caído al sur de Francia en una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía francesa.

David Pla fue dirigente de Jarrai y ha pasado varias veces por la cárcel hasta que finalmente Francia le dejó libre por falta de pruebas. Por su parte, Iratxe Sorzábal está enmarcada en el ala más dura de la banda terrorista, la que se oponía al fin de la violencia.

Tras las detenciones, el ministerio del Interior destacó la colaboración entre España y Francia en esta operación que descabeza los restos de ETA.