Se confirma el desplome total de Ciudadanos. La formación naranja ha obtenido 10 escaños (47 menos que en las elecciones del 28A, cuando obtuvieron 57), convirtiéndose en la sexta fuerza política detrás de PSOE, PP, Vox, UP y ERC.

Su líder, Albert Rivera ha reconocido los malos resultados de la formación y ha asegurado que convocará un Congreso extraordinario "para que los militantes, y nadie más, tomen las riendas del futuro de este partido". Por su parte, Fernando de Páramo ha afirmado que "no serán un obstáculo" para la gobernabilidad.

Ciudadanos, que el 28 de abril consiguió representación en todas las comunidades, desaparece en Castilla y León, Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura, Galicia, Baleares, La Rioja, Asturias y Murcia. El partido pierde a muchos de sus diputados, entre ellos Juan Carlos Girauta, Patricia Reyes, Miguel Ángel Gutiérrez, Fran Hervías o José Manuel Villegas.

Además, con el 99,38% de los votos escrutados, la formación naranja no obtiene ningún asiento en el Senado, donde el pasado 28 de abril consiguió tener a cuatro representantes.

Con el fantasma de los malos pronósticos acechando la jornada electoral, Ciudadanos se mantenía prudente y confiaba en evitar el 'batacazo' pronosticado por las encuestas. Villegas, director de campaña de Cs, lamentaba la bajada en la participación respecto a las elecciones del 28A y pedía cautela en relación a los escaños que les daban los sondeos. "Esperemos que el resultado sea mejor",señalaba.

La formación ha buscado el voto de centro, "moderado" y "liberal", para "unir a los españoles" y "poner España en marcha". Su objetivo es llegar a "un gran acuerdo nacional" con el que echar a Sánchez de la Moncloa.

Rivera, que apuesta por "una coalición con el PP", ha llamado a "los españoles indecisos, cansados, moderados, a aquellos a los que les gusta hablar y no insultar, a no quedarse en casa".

El último sondeo, el de GAD3, daba a Ciudadanos entre 14 y 15 escaños, quinta fuerza política, 'confirmando' el 'batacazo'del partido. Misma posición que le asignaba el barómetro de laSexta, que pronosticaba que la formación lograría alcanzar únicamente el 9,9% de los votos. El CIS, más 'amable', otorgaba a los de Rivera entre 27 y 35 escaños y mantenía a Ciudadanos como tercera fuerza estatal. No obstante, el líder de Cs aseguraba "no creerse" esta encuesta, "porque está hecha en la sede del PSOE y no es fiable".

Confiaban en la movilización en el último momento

Desde Ciudadanos habían insistido en la importancia "de cada voto", destacando que la diferencia del 2% podía suponer una diferencia de 20 escaños en el Congreso. La formación confiaba en no desplomarse y ponía el foco en aquellos votantes que se movilizan en el último momento.

De esta manera, Albert Rivera llamaba a "votar masivamente" a las clases medias trabajadoras, los liberales y los valientes para lograr "un Gobierno moderado".

En esta línea, el líder de Ciudadanos aseguraba que "el gran riesgo que tiene Cs, pero sobre todo España, es que los moderados se queden quietos y los extremistas y radicales que quieren destruir España cojan fuerza".

No obstante, si las derechas no conseguían sumar para alcanzar la mayoría absoluta, Rivera no descartaba un posible apoyo a Sánchez, pero lo condicionaba: tendría que romper con los nacionalistas JxCat y Geroa Bai. El líder de Ciudadanos afirmaba que, independientemente de los escaños que consiguiese, trabajaría por "desbloquear el país".