Acusándole de traicionar a sus votantes y de claudicar ante la derecha, Pablo Iglesias ha querido despejar pronto cualquier duda, si es que la había, de que votará que no a Pedro Sánchez.
"Sánchez ha capitulado ante la naranja mecánica y as oligarquías, cediendo a la presión naranja no se extrañe que cualquier día los trabajadores le pidan que entregue la S y la O de sus siglas, yo no traiciono a mi gente; hoy podríamos tener Gobierno si nos hubiera elegido a nosotros" ha dicho Iglesias.
El candidato del PSOE ha repetido que "nada me gustaría más que un Gobierno de izquierdas, pero no engañemos a la gente, no hay mayoría" y ha señalado que "no voy a permitir que la gobernabilidad de España recaiga en partidos independentistas".
En su intervención, el líder de Podemos ha ido desgranando las críticas a la mayor parte de medidas económicas que Sánchez firmó con Rivera. En el rifirrafe también ha habido tiempo para las lecciones. De Iglesias a Sánchez, sobre socialismo y de Sánchez a Iglesias, sobre terrorismo.
Iglesias le ha advertido al candidato del PSOE que la de hoy es sólo la primera entrega del plan de la gran coalición con el PP. Que diseñan los poderosos, dice, y que ni siquiera contará con el propio Sánchez para ser presidente.