Se avecina mucho ruido con la reforma del aborto. Los socialistas anuncian que harán todo lo posible por paralizarla.
Dicen que la ley Gallardón es tan restrictiva que nos devuelve a tiempos preconstitucionales y, conscientes de la brecha que ha abierto en el PP, promoverán que en el Congreso se vote en secreto.
Y es que hasta los colectivos más insospechados se han puesto en contra de la reforma. El último en alzar la voz, el movimiento cristianos de base en Cataluña.
Pero el PP se defiende de las críticas asegurando que el aborto en caso de malformación está cubierto por el daño psicológico de la madre. Pero no hay que olvidar, que para ello, se necesitarán tres informes médicos que lo justifiquen.