Con un respaldo del 79% de la militancia y una participación del 51,7, Sánchez tiene prácticamente garantizado el visto bueno del Comité a su acuerdo con Rivera, que respeta las líneas rojas que ese mismo órgano le marcó en su resolución del 28 de diciembre en contra de incluir el referéndum soberanista de Cataluña en las negociaciones con otros partidos.
La presidenta andaluza, Susana Díaz, ya ha avanzado que respaldará el pacto de gobierno con Ciudadanos, al igual que otros líderes territoriales críticos con Sánchez, como el presidente valenciano, Ximo Puig. En su informe político, el secretario general defenderá previsiblemente que su pacto con Rivera plantea una enmienda a la totalidad de la gestión del PP, también a la reforma laboral, y que es la base de un gobierno progresista y reformista.
Sánchez, que aspira a la abstención de Podemos para sacar adelante su investidura, incidirá en que es un acuerdo transversal, en el que la lógica no es la de izquierdas y derechas, sino la del cambio. En esa línea, renovará su compromiso de intentar forjar consensos "a derecha y a izquierda" y volverá a defender que el partido de Pablo Iglesias no puede votar en contra de un candidato socialista sin asumir un coste por ello.