Al Gobierno le preocupa la imagen de la ultraderecha llenando Vistalegre. "Causaban un cierto miedo porque son mensajes xenófobos, machistas, homófobos...", ha considerado, en declaraciones a Cadena SER, Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, migraciones y Seguridad Social. El del Ejecutivo de Sánchez es un análisis totalmente distinto al que ha hecho el Partido Popular.

En palabras de su presidente, Pablo Casado: "Todos aquellos militantes que acudieron al acto tienen mi respeto. Compartimos muchas ideas. Tengo una relación estupenda con su presidente". El líder de VOX, Santiago Abascal, se refirió al PP como "la 'derechita' cobarde, gimoteando en una esquina".

Pero también tenía mensaje para Ciudadanos: "La veleta naranja cambiando de opinión al menor viento de crítica". Por su parte, Albert Rivera evita chocar. "Respeto a los que hacen actos, pero en las urnas quiero liderar una nueva etapa", se ha limitado a decir el presidente de Ciudadanos. Esto demuestra, según los socialistas, la nueva situación de la derecha. "Nunca ha estado tan fragmentada y radicalizada", ha lamentado Esther Peña, portavoz del comité electoral del PSOE.

Podemos también insiste en que el problema es que tanto el PP como Ciudadanos se radicalicen. Porque, a pesar de la imagen que se vio en Vistalegre, VOX, según dicen desde la formación morada, es minoritartio. "Más que preocuparnos por VOX, lo tenemos que hacer por los discursos de PP y Ciudadanos", ha señalado en declaraciones a Al Rojo Vivo Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento de Madrid. VOX también endurece el discurso respecto a Cataluña. "Fuera autonomías", prometió Santiago Abascal en el acto del partido de extrema derecha. Algo imposible porque están en la Constitución Española.